En respuesta al terremoto que azotó Marruecos en septiembre de 2023, dejando más de 3.000 muertos, 5.000 heridos y un sinfín de infraestructuras destruidas en la región de Marrakech-Safi, surge nuestro proyecto con un enfoque centrado en la recuperación emocional y psicosocial de las comunidades afectadas. Este desastre natural no solo derrumbó estructuras físicas, sino que también dejó secuelas profundas en el bienestar emocional de numerosas familias, muchas de las cuales continúan viviendo en condiciones precarias en campamentos temporales, enfrentándose a la escasez de recursos básicos y a las adversidades climáticas.
Gracias al financiamiento otorgado por el Ayuntamiento de Barcelona y el Fons Català de Cooperació al Desenvolupament, brindamos apoyo emocional a niños, niñas y sus familias que han sido marcados por esta tragedia.
Nuestro trabajo no sería posible sin la colaboración de entidades locales. En la primera gira, contamos con Widad, la Prefectura del Barrio Sidi Youssef Ben Ali y otras organizaciones locales. En las siguientes giras y hasta la actualidad, las coordinaciones, las realizamos con la Academia Internacional de Formación y Acompañamiento y la Asociación Generación Dorada para el Desarrollo y la Solidaridad.
A través de la risa, buscamos fortalecer los procesos de resiliencia y disminuir los síntomas del estrés postraumático que afligen a las comunidades devastadas. Reconocemos la risa como una herramienta poderosa en la reconstrucción del tejido social de las zonas afectadas.
El proyecto nace de la necesidad urgente de abordar las consecuencias psicológicas del terremoto, entendiendo que la reconstrucción física de las comunidades es inseparable de la recuperación emocional de sus habitantes.
Con la financiación de:
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